San Bernardo no es ajeno al mundo de las “condoricosas” pues un conocido y céntrico pasaje lleva, de manera no oficial su nombre. Me refiero a Juan Rau, ubicado en calle Eyzaguirre, entre Covadonga y San José.
Lugar de numerosos locales comerciales y pequeñas tiendas de barrio, principalmente cordonerías, venta de telas, restaurant y oficinas, sin embargo pocos conocen el verdadero nombre de este pequeño pasaje en honor al destacado arquitecto Juan Rau quien loteó y diseñó algunos de los emblemáticos edificios del sector.
En los años 20 y 30, Juan Rau diseño y construyó numerosas obras arquitectónicas en distintas ciudades del país, como el cine O´Higgins de Chillán, de marcado estilo Art Decó, algunas casas en la comuna de Ñuñoa y monumentales iglesias, casas de veraneo y chalets en Quintero donde es más reconocido.
La idea del pasaje Condorito nace gracias a un ex trabajador de la Maestranza Central de San Bernardo, don Arnaldo Disi Moya, quien jubiló después de 20 años de labores. Con sus ahorros viajó a Chuquicamata para probar suerte con pequeños establecimientos comerciales.
En 1952, después de tres años en el norte retornó a San Bernardo para instalar un negocio de menajes para el hogar cerca de la plaza y posteriormente en el ahora pasaje Juan Rau.
Sus principales productos provenían de los enlozados “Cóndor”, así es que tuvo la genial idea de conversar con el dibujante René Ríos (Pepo), para usar la imagen del famoso “pajarraco” que se publicaba en tiras cómicas de la revista Okey, éste accedió gustosamente “ad honorem”, con un ligero trato de caballeros y un apretón de manos.
De esta manera don Arnaldo, más conocido como “Don Lalo” instaló en lo alto del local un cartel de Condorito que apuntaba hacia su interior con el título de “Menajes Cóndor”, que, sin quererlo derivó en “El Condorito”. Lo demás es historia.
El local se mantuvo vigente por más de 50 años, siempre atendido por sus dueños, don Arnaldo y su esposa Olguita.
En 2005, casi a los 90 años de edad, falleció este querido comerciante en su querida ciudad de San Bernardo, sin embargo, casi como un legado, el renombre de Condorito todavía resuena en cada uno de los viejos escaparates.