E l 23 de marzo de 1909 hizo su arribo al país el general inglés Robert Baden-Powell, reconocido en los conflictos bélicos del protectorado de Bechuanalandia, Sudán, la guerra de los Boers y las campañas de Matabeleland (Zimbabue).
En la guerra de los Boers defendió la plaza de Mafeking, enfrentándose a un numeroso ejército con apenas 1.200 hombres, actuación que valió su nombramiento como general.
En agosto de 1907, Baden-Powell organizó un campamento experimental en la isla Brownsea, cercano a Dorset, Inglaterra, instancia que sirvió para fundar las bases de lo que se conocería como “Boy Scout” el cual ratificaría con la publicación de su libro “Escultismo para muchachos”, en 1908.
La experiencia inglesa motivó a dos personas en nuestro país, el primero fue Alcibiades Vicencio, médico y fundador del Instituto de Puericultura en 1906 y Joaquín Cabezas, profesor del Instituto Nacional y fundador del Instituto de Educación Física y Manual.
Conocedores de esta labor, lograron convencer al general para que dictara una charla en el salón de Honor de la Universidad de Chile, un día 26 de marzo de 1909, convocada por distintas “sociedades sportivas” de la época.
“Ante todo, es preciso tener muy presente que todo lo enseñamos por medio de juegos y ejercicios, y nada absolutamente por medio de lecciones propiamente tales. La institución puede desarrollarse lo mismo en las ciudades que en el campo, pero, por supuesto, el campo es el verdadero terreno para aplicarla con todo su vigor. Este país, con sus admirables y majestuosas montañas, sus bosques y praderas, el mar que baña sus costas, presenta un terreno sumamente adecuado.
Enseñamos a los niños a desarrollar sus facultades de observación, tomando nota de todo lo que ven y tratando de darse cuenta de todo, estudiando y aprendiendo a conocer los huellas en un camino, el vuelo de los pájaros, los diversos ruidos a la distancia, el carácter y condiciones de los que transitan por un campo, y, en suma, todo lo que está a su alcance, de suerte que nada escape a su observación, y estamos ciertos de que esto les será sumamente útil en cualquier función que sean llamados a desempeñar más tarde en la vida”.
Sus palabras fueron acogidas y vitoreadas por un selecto grupo de vecinos, entre los que se encontraba el presidente de la República, don Pedro Montt.
La semilla de Baden-Powell comenzó a germinar el día 21 de mayo de 1909, cuando un grupo de 300 jóvenes se dio cita a las 8 de la mañana en la Estación Central e inició un largo peregrinaje hacia el puente Los Morros de San Bernardo, fundando así la Asociación de Scouts de Chile, la segunda en el mundo después de Inglaterra.
La jornada sirvió para rememorar al fundador y dar paso a emotivos discursos a cargo de Alcibiades Vicencio y del doctor Cornelio Guzmán, sobreviviente de la Esmeralda durante el Combate Naval de Iquique.
El resto del día fue destinado a cocinar una cazuela, cantar, practicar técnicas de campismo y tiro al blanco, antes de tomar el primer juramento donde sería colocado un monolito recordatorio.
Luego de las solemnidades oficiales, la brigada central, ya fundada y comandada por el doctor Alcibiades Vicencio, visitó a la viuda de Arturo Prat, Carmela Carvajal, para rendirle un homenaje y entregarle un canasto de flores.
Lo demás…es historia.
El general Baden-Powell: 1909, junto a un grupo de oficiales del Regimiento Pudeto
Salón de Honor de la Universidad de Chile, 26 de marzo de 1909; discurso de Robert Baden-Powell
Puente Los Morros de San Bernardo, 21 de mayo de 1909
El doctor Alcibiades Vicencio junto a un grupo de jóvenes disfrutando de una cazuela en la ribera del río Maipo, San Bernardo, 21 de mayo de 1909
Jóvenes excursionistas repartidos en doce decurias portando una bandera chilena y caminando por la ribera del río Maipo en el Puente Los Morros de San Bernardo
De izquierda a derecha: Carmela Carvajal, viuda de Arturo Prat, Alcibiades Vicencio y Álvaro Vicencio