E l origen del apellido “García de la Huerta” en nuestro país está presente desde tiempos de la Colonia y logra pasar a la época Libre y se destaca en la actualidad, ya que muchos de sus integrantes ocuparon sitios honrosos en la Cámara de Diputados y en los Ministerios.
La cuna de este apellido está en Santiago; Pedro García de la Huerta Iglesias y Doña María Ignacia Rosales y Ruiz de Aguirre, Pedro Anselmo García de la Huerta Rosales casado con Doña Juana de Dios Saravia y Morandé, forman la cuna de la Familia García de la Huerta Saravia en nuestro país.
Don Pedro García de la Huerta Rosales tuvo tres hermanos; Sor Tadea Monja Carmelita, Miguel y Francisca de Paula.
La línea genealógica de esta familia continúa, pero quiero detenerme en una de ellas…Sor Tadea García de la Huerta, hija de Pedro García de la Huerta y de María Ignacia de la Huerta, familia de considerable fortuna, tuvo fama por su exquisito talento literario desarrollado al interior del convento de Las Carmelitas, adoptando el nombre de Sor Tadea de San Joaquín.
Por orden de su confesor, escribió la Relación de la inundación que hizo el río Mapocho de la ciudad de Santiago de Chile, en el Monasterio de Carmelitas, Titular de San Rafael, el 16 de julio de 1783, acontecimiento del cual fue testigo. Se dice, con justa razón, que Sor Tadea es una de las primeras exponentes de la literatura femenina en nuestro país, a pesar que antes de ella encontramos a Sor Úrsula Suárez y Escobar (1666-1749), también monja de clausura.
Ambas experiencias líricas son distintas. Sor Úrsula traspasa costumbres de un mundo que ante sus ojos es sobrenatural; esto le valió la mirada suspicaz del Tribunal del Santo Oficio.
Sor Tadea describió la inundación que hizo el Río Mapocho en junio, no en julio como aparece el título de la primera edición de 1783, cuando después de 9 días de lluvia ininterrumpida, la inundación llegó a su punto máximo el sábado 16 de junio.
El agua derribó el Puente de Cal y Canto, los tajamares del río Mapocho, escurriendo con fuerza desmedida por la Cañada y la Cañadilla, por haciendas campestres, casas, edificios, ranchos y monasterios como los del Carmen y San Rafael, arrancando la vida de las personas, especialmente niños, produciendo enormes daños al ganado y a la agricultura.
Recordemos que La Cañada era uno de los sectores más pudientes de Santiago a fines del siglo XVIII, siendo una ciudad de 24.318 habitantes, según el censo de 1778, urbanizada en un espacio de 62 calles, con un loteo de 2.169 casas y 809 ranchos en La Chimba.
El estado de la ciudad era lamentable. Los desechos se vertían directamente en las acequias, provocando malos olores y contaminación de aguas servidas filtradas por empedrados.
En 1783 se produjo un curioso fenómeno climatológico, ya que la zona central del país debió soportar una grave sequía hasta mediados de junio donde cayó una gran lluvia que desbordó, como sabemos el Mapocho y destrozó uno de los primeros diques del ingeniero Ginés de Lillo. El agua avanzó por la Alameda y se llevó frondosos árboles.
La Relación de Sor Tadea apareció en Lima a fines de 1783 o a comienzos de 1784. Permaneció anónima hasta 1850, año en que José Ignacio Víctor Eyzaguirre en su Historia eclesiástica, política y literaria de Chile revelara el nombre de la poeta. La obra es un romance autobiográfico de 516 versos octosílabos.
*Imagen portada: Revista de Letras, El Mercurio.
"El romance de sor Tadea de San Joaquín sobre la inundación que hizo el río Mapocho en 1783" "Manuscrito original del libro escrito por Sor Tadea" "Sor Tadea, la primera poetisa de Chile"