Por: Marcelo Mallea H.
De archivo. Publicado en octubre de 2020
La historia comenzó en San Bernardo, en dependencias de la Corporación El Canelo de Nos a partir de una iniciativa del Cirque Du Soleil y Jeunesse du Monde en 1995 y a través de un proyecto de cooperación internacional para realizar talleres circenses a artistas chilenos, principalmente actores y bailarinas, con el objeto de ocupar estas artes como medio de intervención en el ámbito psicosocial, educacional y cultural, potenciando la transformación social hacia el desarrollo humano y en colaboración con la comunidad, especialmente en niños, niñas y jóvenes.
Así nació el Nuevo Circo en Chile, y de paso el espectáculo “ZirkoZita”.
En 2020 conversamos con Alejandra Jiménez Castro, Directora de El Circo del Mundo y Directora Académica de la Escuela de Artes Circenses. En esa oportunidad la institución cumplía 25 años de vida.
Si tuvieras que definir este paso del tiempo, ¿cómo lo harías en tan sólo 3 palabras?
“Aprendizaje, arte viva, creación, constancia. El Circo del Mundo es la mejor escuela que una persona podría tener para desarrollarse en su vida, y ser feliz también.
La historia comienza en San Bernardo, específicamente en El Canelo de Nos, gracias a una iniciativa del Cirque du Soleil y Jeunesse du Monde en 1995”
¿Qué recuerdas de este arribo; sus primeros años y cómo fue tomando forma el proyecto?
“El proyecto parte bastante pequeñito, como una invitación, y va tomando mucha fuerza por la gente y eso es lo bonito del Circo del Mundo, porque nace en realidad con una invitación a tomar estos talleres; nosotros teníamos que después replicar estas experiencias para poder acceder al segundo taller, pero todo fue tomando otro rumbo, hasta armar las primeras formas de trabajo, luego generamos una pequeña estructura, los artistas nos organizamos, después pasamos a ser los monitores, los coordinadores, etc., y fue creciendo para transformarse no solamente en un proyecto del Canelo de Nos, sino que en el programa “Circo del Mundo”, que era importante en el Canelo; hasta el año 2000 en que nosotros nos independizamos de muy buena lid, porque efectivamente ya habíamos crecido mucho y teníamos ya metas, y planes súper estratégicos, como generar la primera escuela profesional de circo, etc., cosas que ya quedaban grandes para el espacio Canelo.
Hasta el día de hoy estoy muy agradecida del Secretario Ejecutivo de la época, de Gabriel Sanhueza, a quien extraño siempre, que lamentablemente nos dejó, pero nos hizo un regalo precioso al ayudarnos a irnos del Canelo, a irnos bien, porque a veces, cuando las organizaciones se separan o proyectos salen de alguna organización, no siempre lo hacen de buena manera, y aquí fue algo súper bonito, cariñoso, amable, amoroso. Nos fuimos con todos nuestros implementos, con todas las cosas que habíamos adquirido como programa, con nuestras contrapartes; entonces, de verdad que fue una salida muy linda y que habla muy bien del Canelo y particularmente de Gabriel Sanhueza”.
Entonces, cómo nace ZirkoZita?
“ZirkoZita nace porque los monitores convocados a este trabajo éramos todos artistas, entonces de alguna manera estaba la inquietud de pasar esas formaciones a un proceso artístico-creativo y Alain Veilleux, quien era el primer instructor que llegó, tuvo esa inquietud también. Nos pusimos las pilas y dijimos…”¡démosle!”. Empezamos a ensayar, cada uno fue tomando distintos roles, y algunos fueron artistas de escena, otros de producción, y sacamos todo a pulso, sin ningún peso. Es importante destacar todo el aporte de los instructores Rock Jutras, Alison Crawford y Stephane Bernier.
El espectáculo se estrenó en octubre de 1998, es decir tres años desde el inicio de El Circo del Mundo.
ZirkoZita es importante, porque es el primer espectáculo del nuevo circo en Chile, no solamente del Circo del Mundo, sino que en el país.
ZirkoZita estuvo, por lo menos dos o tres años, no solamente en el Canelo, sino que en distintos lugares de Santiago; después nos ganamos un proyecto, así es que hicimos una gira regional, por dos o tres regiones, hasta el 2002, que fueron las últimas funciones en la Estación Mapocho”.
Durante esta experiencia transformadora, ¿cuál ha sido el mayor impacto del Circo Social en nuestro país, y a cuántas personas ha impactado a lo largo de estos años?
“El mayor impacto del Circo del Mundo en relación al circo social es haber demostrado que el arte, en este caso el circo como un arte escénico es una experiencia transformadora, que no solamente genera un proceso resiliente a niñas, niños y jóvenes, sino que también los llena y los colma de otras habilidades; habilidades socio emocionales, cognitivas, sociales. Entonces, en ese sentido, creo que fue un aporte.
La verdad, es que yo creo que fuimos los primeros en empezar a hablar de transformación social en Chile, y a veces nos quedan mirando como…”ya, y qué es esto”. Recuerdo muchas reuniones con autoridades que hoy día (me da risa), porque hablan del arte y la transformación social como parte de una cosa obvia, pero hace 20 años atrás eso no era obvio, y nosotros le dimos valor también, desde lo profesional, valor desde no separar nunca el arte y la creación como herramienta transformadora, en sus distintas dimensiones; eso es muy importante.
Hemos llegado hasta la fecha a más de 20 mil niñas, niños y jóvenes, con diversas vulnerabilidades, no solamente en la Región Metropolitana, sino que también en otras regiones con proyectos en Iquique, Frutillar, Lebu, y generando formaciones de formadores y proyectos específicos a lo largo de todo el país. Hemos alcanzado a casi 1 millón de chilenas y chilenos a través de nuestras giras con los 12 espectáculos que llevamos en el cuerpo”.
Alejandra Jiménez es actriz, pedagoga teatral y Magister en Gestión Cultural.
Ex Directora de El Circo del Mundo y Directora Académica de la Escuela de Artes Circenses, además es fundadora, en sus inicios, junto a Alain Veilleux y Bartolomé Silva.
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