El sábado 9 de enero de 1965, llegó a nuestro país la imagen de la Virgen de Fátima, en un vuelo jet de Panagra, donada a San Bernardo por la Asociación Norteamericana “Black Rosary”, un grupo de católicos conocidos también como “Rosario de la Manzana”.
Al día siguiente, la preciada imagen, hecha en madera, en Austria, entró al templo con toda majestuosidad, siendo contemplada en la parroquia de Fátima, frente a la plaza Guarello.
A las 11 de la mañana, luego de una misa, y con solemnidad, los fieles encabezaron una procesión por las calles del barrio, elevándola en andas, con himnos y numerosas muestras de afecto.
El Cardenal, Monseñor Raúl Silva Henríquez instruyó que la imagen fuera destinada a la parroquia Nuestra Señora de Fátima de San Bernardo para que pudiera peregrinar, no sólo por nuestra ciudad, sino que por todo el país.
Enero de 1965: El señor James R. Taylor en el aeropuerto, desde Estados Unidos, transportando la imagen
En la plaza Guarello, la primera procesión de la Virgen de Fátima