De libro “Vuelos, contravuelos y aterrizajes en San Bernardo”
2° lugar Premio Municipal de Literatura 2023
El viernes 2 de diciembre de 1938, a las 11:10 de la mañana, dos aviones “Focke Wulf”, números 2 y 13, cayeron sobre el pueblo de San Bernardo mientras realizaban un ejercicio de formación.
Las aeronaves eran pilotadas por el teniente Juan Andurandegui Couchot y el alférez Hans Berg Gesche cuando evolucionaban sobre los cielos de la ciudad, y por razones desconocidas, perdieron el control de éstas. Una de ellas capotó en la calle Barros Arana y la otra cerca de un huerto.
“Momentos antes habían despegado desde la base aérea de El Bosque nueve máquinas con el objeto de realizar ejercicios preparatorios para la revista aérea que se llevaría a cabo esa misma tarde y con motivo de la inauguración del Estadio Nacional.
Los aviones, después de un breve vuelo sobre las canchas de la Escuela, se dirigieron a San Bernardo, formando tres hileras”, algo de rutina y sin mayores contratiempos.
Los “Focke Wulf” Fw-44 alemanes de instrucción básica, habían sido adquiridos recientemente por el gobierno y no presentaban problemas mecánicos; “la formación de un piloto se iniciaba el primer año en la Escuadrilla de Instrucción de la Escuela de Aviación. Allí se le enseñaban las maniobras básicas del vuelo, luego de los cuales venían las fases de acrobacia y de vuelo en formación, para terminar con prácticas de navegación, todo ello en material Gipsy Moth (inglés) y Focke Wulf Fw- 44 (alemán)” (Historia de la Fuerza Aérea de Chile, tomo III hacia la era del Jet, desde 1943 a 1970)
Base aérea El Bosque, 1941, se distinguen en formación los aviones Focke Wulf Fw- 44
Las máquinas volaban sobre San Bernardo a una altura aproximada de 500 metros, ensayando ejercicios de formación. Repentinamente dos colisionaron, posiblemente por un viraje muy cerrado.
Se cree que ambos pilotos perdieron el conocimiento mientras caían porque ninguno hizo uso de sus respectivos paracaídas, maniobra que podría haber salvado sus vidas.
El impacto fue violento; el avión del alférez Hans Berg cayó en medio de la calle Barros Arana y la del teniente Andurandegui a pocos metros de distancia, en un huerto. Ambas aeronaves quedaron completamente destrozadas.
Los vecinos no daban crédito a lo ocurrido e inmediatamente acudieron al socorro de los pilotos que, desafortunadamente encontraron una muerte instantánea:
“Las máquinas al caer no se incendiaron, pero la del alférez Hans Berg fue momentos después consumida por el fuego; debido a la imprudencia de una de las muchas personas que se congregaron en la calle Barros Arana, alrededor del avión.
Al efecto, alguien arrojó una colilla de cigarrillos, inflamándose la bencina que se había filtrado del estanque del avión al chocar contra el suelo. En breves instantes los restos fueron presa de las llamas, quedando sólo un hacinamiento de fierros” (La Nación, sábado 3 de diciembre de 1938)
El teniente Juan Andurandegui Couchot nació el 8 de junio de 1909 en Coronel. El 17 de diciembre de 1931 logró recibirse como piloto de guerra, el 2 de enero de 1934 obtuvo el grado de teniente primero de aviación.
En 1937 fue designado para representar a la Fuerza Aérea en la inauguración del monumento al aviador Jorge Chávez en Lima. Era soltero y prestaba sus servicios en El Bosque.
Hans Berg Gesche nació el 8 de febrero de 1919 en Victoria y sólo el 1° de enero de 1938 fue nombrado alférez de aviación.
Las víctimas fueron despedidas con los más altos honores y sus féretros, cubiertos de flores, llegaron por avenida La Paz, escoltados por una banda de músicos y estandartes. Al mismo tiempo, un grupo de Defensa realizó una tradicional descarga de ordenanza antes del último adiós.