“No son 30 pesos, son 30 años”, ¿recuerda?. ¡Sí!, lo mismo ocurrió en agosto de 1949, con la llamada “Revolución de la Chaucha”.
Ese año, se asentó en el país una profunda crisis económica provocada esencialmente por la desvalorización del cobre que precipitó la inflación y elevó el costo de la vida, incluyendo el precio de los combustibles en $ 5, en consecuencia a los micreros no les quedó más alternativa que subir el pasaje de $ 1,4 a $ 1,6, valor marginal equivalente a una “chaucha”, $ 0,2 ó 20 centavos, medida que no cayó nada de bien en la ciudadanía. Así fue como estalló la furia de las masas sobre el raspado cemento de las calles, sobreviniendo fuego, piedras y luchas campales en plena Alameda; todo para pedir explicaciones al gobierno.
“En ese tiempo 20 centavos era plata. Fue un estallido popular que no tenía cabeza ni dirigentes visibles. La gente salió a la calle y las movilizaciones prendieron como paja de trigo”(Volodia Teitelboim).
Durante dos largas jornadas en la capital, las calles se convirtieron en campos de batalla, con manifestantes apedreando buses, tambaleándolos hasta hacerlos caer en medio de una masa de gente que gritaba “¡Micros a un peso!”.
Fue entonces que el presidente, en un acto desesperado, mostró los dientes, sacando tropas de militares a las calles. Éstos interpretaron dantescas escenas de enfrentamientos armados e hirieron a cientos de personas, muchas de ellas resultaron fallecidas.
La presión popular obligó a mantener los precios y dio inicio al “Comité Unido de Obreros” que más tarde sentaría las bases de la CUT.
“Un hombre herido es llevado por las calles por una multitud que se manifiesta contra el aumento de las tarifas de los autobuses. Hasta el momento han muerto 8 y 300 han resultado heridos. Más de 200 miembros del Partido Comunista han sido arrestados. El gobierno ha denunciado que los desórdenes son el resultado de una revuelta comunista organizada” – informaban medios extranjeros