Diario “Letras del Chena”, Colegio San José, San Bernardo
Agradecimientos a profesor: Diego Ponce
L os ciudadanos y visitantes disfrutan en varios momentos del año de las tradiciones culturales de Chile. Además del mes de la patria, en enero, se realiza el Festival Nacional de Folclore; en abril, se bailan las Cuecas Mil; y a principios de octubre, se vive el 18 chico.
Chile es un país lleno de tradiciones y con gran cantidad de cultura, donde su gente ha procurado mantener las raíces a pesar de la irrupción y adopción de celebraciones extranjeras. El deseo por conservar la identidad y así dar a conocer tales costumbres, posibilita la aparición de fiestas o celebraciones locales, siendo un ejemplo la capital de la provincia del Maipo, es decir, San Bernardo, lugar en el cual, año tras año, se celebran magníficos eventos folclóricos que le otorgan a la comuna el título de capital del Folklore, entregándole, de esta manera, un prestigio e importancia cultural tanto nacional como internacional.
Los ciudadanos y visitantes de San Bernardo, principalmente gracias a tres distinguidas celebraciones, disfrutan no sólo en el mes de la patria del folclore y de nuestras tradiciones culturales. En enero, se realiza el Festival Nacional de Folclore; en abril, se bailan las Cuecas Mil; y a principios de octubre, se vive el 18 chico.
En 1960, entre los dirigentes de la Confederación Nacional de Conjuntos Folclóricos y aficionados a las obras musicales chilenas se discutía con entusiasmo la necesidad de celebrar un homenaje a los partidarios de la música nacional. Surgió la idea de organizar un Festival temático al respecto. Así fue como se celebró la primera exhibición de folclore Talagante en 1968. No obstante lo anterior, para darle mayor énfasis, importancia y relevancia artística, la confederación resolvió que el lugar más propicio y con mayor disposición y entusiasmo de las autoridades de la época era la comuna de San Bernardo, realizando en 1972 el Primer Festival Nacional de Folclore propio. Luego, en 1975, nace la Feria Nacional de Artesanía Tradicional, fecha desde la cual se siguen exhibiendo productos de distintos materiales con origen principalmente chilenos y latinoamericanos. Más tarde, en 1996 se agrega la Feria Gastronómica, donde se exhiben puestos con gran variedad de comida típica chilena, de manera tal que los visitantes no solo puedan disfrutar del festival sino también de la múltiple gastronomía y artesanía.
Desde entonces, miles de familias de todo el país se dirigen para presenciar los bailes y presentaciones no solo de Chile, sino que de casi toda Latinoamérica. “Es todo muy bonito, me gusta que Chile valore estas cosas, yo antes vivía aquí, pero me tuve que cambiar a Puente Alto por trabajo pero no por eso he dejado de venir con mi familia, esto es más que una costumbre, es una hábito de vida”, mencionó Mariana Contreras Moscoso, una fiel asistente a la fiesta por años y que desde 2014 tiene un stand con venta de empanadas de pino
El 18 chico, otra festividad que erige a San Bernardo como capital del folclore que, según información entregada por la oficina de Folklore del Departamento de Cultura y Turismo de la propia municipalidad, se inicia en los años treinta junto a los trabajadores de la Maestranza, ubicada en esta comuna, quienes producto de un conflicto sindical no recibieron su sueldo ni aguinaldo durante las Fiestas Patrias; remuneración que sólo fue entregada los primeros días del mes siguiente. De esta manera, dieron origen al 18 chico o también llamado ‘18 de los Picados’ llevado a cabo el primer fin de semana de octubre, partiendo con familias, parrillas, dulces chilenos, volantines, carne y huevos duros a los faldeos del Chena, iniciando así esta tradición.
Con el pasar de los años, la celebración incluyó fondas, comerciantes, vendedores de chicha, empanadas y la venta de alcohol, generando una gran actividad que fue opacada por los excesos, a lo que se sumó la construcción de la carretera, que conllevó a la inseguridad en el cruce y acceso al lugar. Después de varias décadas de olvido, en 2010, la actual alcaldesa Nora Cuevas, reinstauró la celebración pero como una actividad familiar al aire libre, priorizando el folclore, juegos típicos y gastronomía como ejes de esta tradición.
“Mi abuelo siempre nos traía, la pasábamos muy bien elevando volantines, jugando a la rayuela y otros juegos típicos, por eso, ahora que soy madre, traigo a mis hijos para que vivan lo que nosotros disfrutábamos, así es la tradición”,comenta Martina Olivares Caneleo, apoderada del Colegio San José.
Del mismo modo, existe también una celebración en la cual se bailan 1000 pies de cueca día y noche hasta ser completados, ésta se llamaba “Abril cuecas mil” (Cuecas Mil),siendo el principal evento referido a la cueca festejado en toda la región. Este evento, cuya duración es de 2 días o 36 horas para sólo disfrutar el baile nacional, nace el 29 y 30 de abril de 1991, organizado por la Agrupación folclórica de San Bernardo en conjunto a la municipalidad de esta comuna.
Los dirigentes buscaban la conservación de la cueca, a fin de que no se bailara nacionalmente solamente durante el 18 de septiembre. En esta festividad se puede encontrar comida típica, artesanía, música interpretada por grupos folclóricos nacionales e internacionales y por supuesto, el baile tradicional de Chile. A ella asisten diferentes agrupaciones pero también pueden participar aficionados a este baile. El evento que lleva casi 30 años de vigencia, se desarrollaba en un principio en los alrededores de la Plaza de Armas de San Bernardo, pero luego comenzó a desarrollarse en el frontis de la municipalidad dando posibilidad a que el baile nacional sea disfrutado en toda su expresión por todos los asistentes.
San Bernardo, la capital del folclore, se esfuerza por mantener las raíces presentes en esta sociedad cada vez más ignorante frente a la historia nacional y propia. Prueba de ello son los objetivos que en su portal web se señalan con respecto al fomento y organización de las actividades Folclóricas comunales:
El primero de ellos, está centrado en organizar y desarrollar actividades tendientes a fomentar y promover el interés de los habitantes de la comuna, en acciones que guardan relación con el folklore y patrimonio cultural, a través de la participación en el desarrollo y proyección de estas iniciativas.
El segundo, provocar un cambio favorable a nivel comunal, regional y nacional, para elevar tanto el interés de participación, como el nivel cultural-artístico del Festival Nacional de Folclore de San Bernardo.
Por otra parte, otro de sus propósitos es elevar el grado de interés de los habitantes de la comuna, por participar en actividades de cultura tradicional, que lleven a elevar el nivel de sus potencialidades artísticas, para un desarrollo más armónico e integral del Folclore Nacional.
El folclore chileno, un arte lleno de danzas y muestras de expresiones que llena de cultura año tras año a esta comuna, se ha ido puliendo pese al incontrolable pasar de los años pero que, sin esperar a septiembre, se mantiene vigente, llena de alegría y ganas de celebrar nuestras raíces en cualquier momento del año en cada rincón de San Bernardo.